Ocurrió en Córdoba: la justicia de esa provincia autorizó la remoción de un quebracho blanco de casi 3 siglos por una obra vial.
Córdoba atraviesa por estas horas un conflicto ambiental por un quebracho blanco de 284 años, que se alza en medio de una obra vial de la ciudad cordobesa de Villa Allende y que escaló desde el último viernes con un operativo policial de desalojo, el arribo de una grúa proveniente de Tucumán y enfrentamientos con vecinos y ambientalistas que acampan en el lugar desde hace semanas.
La disputa, que comenzó como una protesta ambiental, derivó en una crisis institucional con denuncias de represión, detenciones y una fuerte presión social sobre las empresas involucradas.
La planta arbórea, bautizada como “Cacho” por los vecinos, se convirtió en símbolo de resistencia frente a una obra de ensanche vial que impulsa el municipio para conectar con el Gran Córdoba. Según el gobierno local, el traslado del árbol es imprescindible para avanzar con el proyecto de casi 8.000 millones de pesos. Pero los manifestantes insisten en que el árbol puede conservarse con un leve desvío de la traza, y se reúnen bajo el nombre de “Vecinos y Organizaciones por el Quebracho”.
Este viernes, el municipio desplegó un fuerte operativo con presencia del Grupo de Infantería, la división Canes, y el Grupo de Operaciones Especiales Mencho, para permitir el ingreso de una grúa gigante de la empresa Servigruas, contratada en Tucumán luego de que al menos nueve empresas locales rechazaran participar del operativo por razones éticas o de seguridad.
El operativo comenzó cerca de las 17, con incidentes entre fuerzas de seguridad y más de un centenar de vecinos y ambientalistas que bloqueaban la avenida Padre Luchesse. El objetivo era liberar la traza para el traslado del árbol. Según los vecinos, hubo al menos dos heridos y denuncias de represión. Hace unas semanas, la periodista Silvia Majul ya había sido detenida por su participación en la protesta.
Pese al avance policial, al cierre de la jornada el árbol permanecía en su lugar, con una de sus raíces principales —de más de cinco metros de largo— aún aferrada a la tierra. La escena más viralizada fue la de un operario con casco sobre la copa del árbol, mientras otros trabajadores intentaban liberar la base.
El intendente de Villa Allende, Pablo Cornet, advirtió en declaraciones radiales que si la policía no logra avanzar, “el árbol será talado”. En sintonía, el secretario de Gobierno, Federico Crespo, sostuvo que la remoción es “técnicamente viable” y que todo el proceso está documentado bajo la supervisión de un ingeniero agrónomo. “El pan húmedo se conserva para asegurar su salud durante el traslado”, explicó.
El quebracho blanco se convirtió en el epicentro de una disputa que desborda lo ambiental. La obra a cargo de la empresa Caminos de la Sierra —cuya traza afecta al árbol— fue ratificada por la Justicia, que rechazó modificar el recorrido. Según el fallo, un desvío entre dos rotondas podría aumentar el riesgo de accidentes.
Sin embargo, especialistas en agronomía advirtieron que incluso un traslado de 25 metros reduciría la posibilidad de sobrevida del árbol a apenas un 20%. Es por eso que grupos como la organización ecologista Funam impulsan medidas judiciales de última instancia para frenar la remoción.
La presión social también alcanzó a las empresas privadas. La firma Jorba se desvinculó públicamente del operativo al conocer el objetivo del traslado. “Nuestra grúa fue contratada para tareas generales. Al enterarnos del uso real, cancelamos el servicio”, expresaron en un comunicado. Otras ocho compañías también se negaron a intervenir. La firma tucumana finalmente contratada pidió al municipio que no revelara su nombre, dirección ni fecha de trabajo.