El presidente norteamericano anunció impuestos recíprocos para toda la producción extranjera. Los productos argentinos tendrán que pagar un mínimo del 10 por ciento.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este miércoles su plan para subir los aranceles a la importación, una medida que tendrá un fuerte impacto en las exportaciones argentinas. La decisión del republicano es equiparar las tasas de importación locales al mismo nivel que cobran otros países para la compra de productos estadounidenses.
En el caso de la Argentina, el arancel mínimo será del 10% y comenzará a regir el próximo 5 de abril. Si bien aún restan conocer los detalles, sí se sabe que la medida implicará un aumento en los costos de importación en muchos rubros.
El número es considerable: un informe de la Cámara de Comercio Argentino-Estadounidense (Amcham) había estimado en base a Goldman Sachs que el arancel promedio a los productos norteamericanos era de 6,4%, mientras que la producción argentina que ingresaba en los Estados Unidos pagaba 1,2 por ciento.
En un análisis por sectores, la misma entidad empresaria calculó que los aranceles de Argentina sobre productos alimenticios son del 16%, en comparación con el 4,6% que aplicaba Estados Unidos. Los textiles también son gravados con una tasa considerablemente más alta en Argentina (20,9%) que en Estados Unidos (6,1 por ciento).
Otros sectores, como el calzado y el cuero, tienen un arancel de 19,8% en Argentina frente al 7,1% en Estados Unidos. Además, productos como los plásticos y los metales también enfrentan tasas de aranceles mucho mayores en Argentina (11% y 13,7%, respectivamente) en comparación con las tarifas bajas de EE. UU. (1,4% y 0,2 por ciento).

¿Cómo impacta?
Para la consultora Abeceb, la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos afecta particularmente a los sectores más dependientes de importaciones de productos estadounidenses, como el metalúrgico, petroquímico y energético. Así, el país se vería obligado a absorber un impacto considerable en productos clave como maquinaria, insumos industriales y productos químicos.
El centro de estudios fundado por Dante Sica anticipó que sectores como el acero, aluminio y la industria automotriz podrían experimentar una caída significativa en la competitividad, especialmente en un contexto de costos crecientes. La consultora señaló, por otra parte, que el reajuste de aranceles como el que anunció Donald Trump tendrán un efecto concreto en una disminución en las exportaciones argentinas a ese país y sus efectos asociados, tanto en precios internos como en la rentabilidad de las empresas locales.
Si bien el arancel mínimo es de 10%, en el sector privado argentino todavía especulaban que algunos productos quedarían por encima de ese umbral. En el caso del aluminio, Abeceb estimó que el nuevo porcentaje pasará del 10% al 25%, y que se eliminará el cupo de 180.000 toneladas. Un cambio de esa naturaleza podría reducir la competitividad de las exportaciones argentinas, ya que EE.UU. representa el 62% de las exportaciones de aluminio desde la Argentina. Como contrapartida, solo equivalen al 3% de las importaciones totales norteamericanas en ese sector. La disparidad de dependencia en este caso es muy marcado.
Por último, también mencionó que el impacto no solo será directo en las exportaciones, sino que también afectará la competitividad de los productos argentinos a nivel global, ya que podría haber un exceso de oferta que provocaría una caída en los precios internacionales, mencionaron. A corto plazo, adelantaron que provocará una caída en las cantidades exportadas desde la Argentina y, para los consumidores norteamericanos, un aumento en los precios de esos productos por la sustitución de importaciones.