UNICEF Argentina lanzó un informe que revela un dato demoledor: más de un millón de chicos y chicas se van a dormir sin cenar, por falta de dinero.
La pobreza crece en Argentina a pasos agigantados. Según la última medición de UNICEF -con datos del 2023-, la pobreza infantil en el país alcanzó al 57,0% de niñas y niños, mientras que la indigencia aumentó al 14,3%. Es decir, 7 de cada 10 niños y niñas viven por debajo de la línea de la pobreza.
En términos absolutos, se estima que para finales de 2023, más de 7 millones de niñas y niños son pobres por ingresos y que 2,4 millones viven en hogares con ingresos menores a una canasta básica alimentaria. Pero un reciente informe de esa organización arrojó un dato demoledor: más de un millón de chicos y chicas se van a dormir sin cenar. Además, más de un millón y medio de chicos se saltea alguna comida durante el día por falta de dinero.
A todo esto, el Gobierno no da respuesta. Según informaron desde UNICEF, “el presupuesto nacional destinado a niñez muestra, al día de hoy, una caída del 75% en términos reales, según tres nuevos informes de UNICEF basados en cifras oficiales”.
En este difícil contexto, UNICEF lanzó una campaña de concientización denominada “El hambre no tiene final feliz” en el que, además de mostrar la triste realidad que viven las niñeces en Argentina, llaman a la sociedad a contribuir para mejorar la vida de millones de niñas y niños. Para ayudar en esta causa, podes donar en http://CambiaElFinal.org.ar.
Los duros datos que arrojó el informe de UNICEF
- El aumento de los precios (la inflación) combinado con el estancamiento económico que se registra en el país desde hace ya más de una década fueron los principales responsables de los aumentos de la pobreza e indigencia.
- Chicas y chicos que residen en hogares con jefas y jefes jóvenes, con bajo nivel educativo, sin empleo o con inserción precaria al mercado laboral, son los que acusan niveles más altos de pobreza monetaria.
- La protección social, a través de políticas de transferencias de ingresos, fue crucial para mantener en niveles relativamente bajos y muy estables a la indigencia durante la mayor parte del período. De eliminarse las transferencias de ingresos se sumarían más de un millón de niñas y niños a la pobreza extrema (o indigencia).
- Finalmente, la realización de un ejercicio de microsimulación para el primer trimestre de 2024, revela un aumento ostensible de la pobreza monetaria de niñas y niños: de concretarse ciertas previsiones macroeconómicas la pobreza total ascendería a un 71% y la pobreza extrema a un 34%. En términos poblacionales, implicaría que 8,8 millones de chicas y chicos serían pobres y 4,3, indigentes.