La expresidenta Cristina Kirchner; el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof; y el exministro de Economía Sergio Massa encabezaron este lunes un encuentro del Partido Justicialista bonaerense en Moreno. La reunión de los tres referentes del peronismo se realizó en medio la tensión entre Kicillof y el kirchnerismo duro, un sector encarnado por el diputado y líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, que estuvo detrás de la convocatoria.
Los dirigentes se reunieron desde este mediodía en el interior de un bosque de 260 hectáreas a solas con el objetivo de “volver a conectar y dejar atrás las internas”. Terminó cerca de las 16. Esta fue la primera vez que Cristina, Massa y Kicillof se encontraron públicamente tras la derrota electoral de 2023.
Según un documento difundido en la previa, el objetivo del cónclave fue hacer “consideraciones” sobre el último encuentro del PJ Bonaerense realizado hace 10 meses, y luego un análisis de la situación política. Los militantes permanecieron en las inmediaciones del complejo, ya que no se les permitió el ingreso.
El encuentro tuvo lugar en tierra amiga para el líder de La Cámpora. Se convocó en la reserva municipal Los Robles, en el partido de Moreno, donde es intendenta Mariel Fernández, una de las vicepresidentas del PJ nacional, muy cercana a Cristina.
Según confirmó TN, Máximo Kirchner ya tenía el visto bueno de Cristina Kirchner cuando hizo la convocatoria. Massa se comprometió a estar y adelantó su regreso de San Pablo y reprogramó algunas reuniones en agenda. “Considera que es una buena señal de unidad”, dijeron en su entorno.
Las dudas estaban centradas en Kicillof, que este lunes tenía previsto además celebrar los primeros cinco años de gestión al frente del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires. El líder de La Cámpora había dejado al gobernador de la provincia de Buenos Aires fuera del último plenario partidario, lo que generó fuertes críticas de los dirigentes territoriales. Pero, en esta ocasión, lo invitó formalmente.
La pelea entre Máximo Kirchner y Kicillof fue escalando hasta involucrar a la expresidenta, cuando disputaba la presidencia del peronismo con Ricardo Quintela. Muchos creen que es tiempo de ordenar, pero otros están dispuestos a seguir con la confrontación.
El peronismo enfrenta el desafío de reordenar el partido para las elecciones legislativas de 2025, para negociar las listas e intentar llegar unidos a lo que será el primer test electoral clave para el presidente Javier Milei, pero también para la oposición.
Con la llegada de Cristina Kirchner a la presidencia del PJ nacional, el peronismo tiene el doble desafío de sanar las heridas que dejó la derrota de 2023, pero también las que generó la interna breve, pero fuerte, con Quintela para la renovación de autoridades partidarias.
La provincia de Buenos Aires es hasta ahora bastión del peronismo y, más allá de las diferencias, todos los dirigentes saben que perder el año próximo contra Milei será muy difícil de remontar para las presidenciales de 2027. /TN