mj
El mate y el vino, dos pilares de la identidad cultural argentina, están registrando caídas de consumo. Según datos recientes de la industria, factores como la inflación, la pérdida del poder adquisitivo y cambios en los hábitos de consumo explican esta tendencia, que preocupa tanto a productores como a comerciantes.
Las estadísticas son claras. Según el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), durante el mes de septiembre de 2024 el volumen de yerba mate elaborada a salida de molino alcanzó los 23.791.595 kilos. Sumado a los meses anteriores las salidas con destino al mercado interno totalizan 193.430.327 kilos de período enero-septiembre de 2024. El año pasado, en ese mismo período, el volumen de salida de molino alcanzó los 211.913.639 kilogramos, lo que significa que en la variación acumulada interanual se registró una caída del 8,72 por ciento.
En lo que respecta al vino, las estadísticas son algo más amigables, pero igualmente negativas. Según el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), la venta de vino acumulada en el período enero-septiembre de 2024 alcanzó los 5.624.896 hl (hectólitros), manifestando una caída del 1,1% respecto a igual período de 2023. Sin embargo, fue mucho más marcada la baja registrada entre agosto y septiembre. De acuerdo al INV, en ese período la comercialización total de vinos se retrajo un 13,4 por ciento.