Los usuarios residenciales del servicio de gas comenzaron a recibir facturas con aumentos cercanos al 400%, producto de la actualización de las tarifas.
El Gobierno nacional tenía previsto implementar rápidamente una medida como parte del plan “motosierra y licuadora”. No obstante, optó por retrasarla para mantener la tendencia descendente de la inflación y mitigar el impacto en los consumidores, ya afectados por la significativa disminución del poder adquisitivo desde que Javier Milei asumió la presidencia. Se espera que en junio se anuncien nuevos ajustes en las tarifas, incluyendo la reducción de subsidios.
Además, las facturas están llegando a los hogares mientras aún se sienten las repercusiones de la crisis del gas, que esta semana dejó sin suministro a miles de usuarios, especialmente en las industrias y vehículos con GNC.
Para agravar la situación, las facturas llegan a los hogares mientras aún resuenan los efectos de la crisis del gas que esta semana dejó a miles de usuarios, especialmente industrias y vehículos con GNC, sin suministro.