Este 14 de febrero es Miércoles de Ceniza, una fecha muy importante para los creyentes de la religión católica
Este 14 de febrero es Miércoles de Ceniza, hecho que marca el inicio de la Cuaresma (40 días que Jesús permaneció en el desierto de Judea).
Esta tradición de la iglesia católica marca el inicio de la temporada de Cuaresma, un período que dura 40 días y tiene el objetivo de exhortar a los creyentes a reflexionar en sus acciones y mejorar su modo de vida conforme a los principios religiosos.
Qué es el Miércoles de Ceniza y qué se hace
Se trata de 40 días de purificación interna que concluyen con el Domingo de Ramos (entrada de Jesucristo a Jerusalén).
En todos los Miércoles de Ceniza, la colocación de la misma en los creyentes por parte del sacerdote representa que todo lo material que tenemos en la tierra se acaba. Pero todo el bien que tengamos en nuestro interior no lo llevaremos a la eternidad.
Cuando un sacerdote coloca la ceniza, normalmente en la frente y en forma de cruz, debemos tener una actitud de querer mejorar, de querer tener amistad con Dios. La ceniza se le impone a los niños y a los adultos.
Qué es la Cuaresma
La Cuaresma es un periodo de preparación, purificación, reflexión y conversión espiritual. En este tiempo se llama a los fieles a guardar ayuno y penitencia, tal como lo hizo Jesús en el desierto, antes de su salida a la vida pública.
La finalidad de la Cuaresma es prepararnos espiritualmente para recibir a Dios en nuestras vidas, bien por habernos apartado de su camino, o bien para reflexionar sobre los sacrificios que tuvo que hacer Jesús para librarnos de los pecados.
La palabra Cuaresma proviene del latín quadragesma, que significa “cuadragésimo día”, en referencia al periodo que abarca antes de la Pascua.
Otra de las tareas de esta costumbre consiste en no consumir ningún alimento con carne y, debido al ayuno, sólo se debe realizar una comida en todo el día. El objetivo es fortalecer la fe de la persona y demostrar su devoción al hacer este tipo de sacrificios, los cuales son una muestra de arrepentimiento y de las intenciones por acercarse a Dios.