La Asamblea General designó el 21 de marzo Día Mundial del Síndrome de Down. Con esta celebración, lo que se busca es generar una mayor conciencia pública sobre la cuestión y recordar la dignidad inherente, la valía y las valiosas contribuciones de las personas con discapacidad intelectual como promotores del bienestar y de la diversidad de sus comunidades.
Asimismo, se quiere resaltar la importancia de su autonomía e independencia individual, en particular la libertad de tomar sus propias decisiones.
La directora del hospital del Niño Jesús, doctora Inés Gramajo, contó que el Centro de Estimulación Temprana está formado por un equipo coordinado entre salud y educación y que funciona hace 32 años. “Es un acompañamiento importante desde los o a los 4 años dependiendo de la patología. La estimulación en temprana edad marcan el futuro y la inserción de estos en la sociedad”.
Gramajo, indicó que el Centro no solo trabaja con los niños, sino también con las familias lo que muestra la labor continua. “En esta jornada tuvimos la colaboración no solo del personal de nuestro efector sino también del hospital Avellaneda, porque todos trabajamos de manera conjunta para la inserción de estos niños con esta patología”.
Por su parte, la coordinadora del equipo del Centro de Estimulación Temprana del hospital del Niño Jesús, licenciada Adriana Jerez, indicó que trabajan con dos turnos y en ambos hay un equipo que está formado por maestras estimuladoras, neurólogos, kinesiólogos, psicólogos, terapistas ocupacionales, entre otros. Este equipo trabaja con diferentes problemáticas o discapacidades.
“El niño con síndrome de down puede o no tener comorbilidades, es decir patologías asociadas. Una característica es que es un niño hipotónico por lo que necesita trabajar mucho esa área por lo que se necesita estimulación”, explicó la profesional al destacar que el trabajo con la familia es muy importarte para el desarrollo del niño.
El síndrome de Down siempre ha formado parte de la condición humana, existe en todas las regiones del mundo y habitualmente tiene efectos variables en los estilos de aprendizaje, las características físicas o la salud.
El acceso adecuado a la atención de la salud, a los programas de intervención temprana y a la enseñanza inclusiva, así como la investigación adecuada, son vitales para el crecimiento y el desarrollo de la persona.