Los números confirman que el sobrepeso y la obesidad son el principal problema de malnutrición en la Argentina.
La obesidad en la Argentina y en el mundo se ha convertido en una de las preocupaciones más serias en términos de Salud Pública. En Argentina Según la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (2018), más del 60% de la población adulta presenta exceso de peso, representado en un 36,2 % de sobrepeso y 25,4% de obesidad.
Así mismo la Segunda Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (2018-2019) estableció que el 41,1% de los niños, niñas y adolescentes de entre cinco y 17 años tiene sobrepeso y obesidad, en una proporción de 20,7% y 20,4%, respectivamente, sin diferencias por nivel socioeconómico. La misma encuesta nos dice que en niños y niñas de cero a cinco años, el exceso de peso alcanza el 13,6%, una cifra elevada si se tiene en cuenta que el exceso de peso esperado para esta edad es de 2,3%.
Los números confirman que el sobrepeso y la obesidad son el principal problema de malnutrición en el país, lo cual constituye una prioridad de salud pública. Este aumento en la prevalencia de la obesidad no solo afecta la salud de las personas, sino que también tiene implicancias económicas y sociales profundas en el país.
La obesidad trae consigo un aumento en el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, hipertensión y algunos tipos de cáncer. Además, también puede dar lugar a problemas de salud mental, incluyendo depresión y ansiedad, debido a la estigmatización y problemas de autoestima asociados con el sobrepeso.
Las causas de la obesidad son multifactoriales, incluyendo factores genéticos, metabólicos, ambientales y de comportamiento. Entre los aspectos más relevantes en el contexto argentino encontramos:
- Alimentación poco Saludable: El consumo elevado de alimentos ultraprocesados, ricos en azúcares y grasas saturadas, se ha incrementado notablemente en las últimas décadas. La disponibilidad y el marketing de estos productos son factores que contribuyen a hábitos alimentarios poco saludables.
- Sedentarismo: El estilo de vida sedentario es cada vez más común. Según estudios, un gran porcentaje de la población no realiza la cantidad recomendada de actividad física, lo que contribuye al aumento de peso.
- Factores Socioeconómicos: La pobreza y la falta de acceso a alimentos frescos y nutritivos impactan directamente en la salud de la población. Muchas veces, los alimentos saludables son más caros y menos accesibles que los ultraprocesados.
- Educación y Conciencia: Existe un déficit en la educación sobre nutrición y hábitos saludables. La población en general no siempre está consciente de las consecuencias de una mala alimentación y la falta de ejercicio.
El abordaje a la obesidad en Argentina requiere de un enfoque integral que involucre a distintos sectores de la sociedad: políticas públicas, educación, promoción de la actividad física, y acceso a alimentos saludables.