Una fuerte polémica gira en torno a un programa de distribución de libros en la provincia de Buenos Aires. La Dirección General de Cultura y Educación que conduce Alberto Sileoni, funcionario de Axel Kicillof, lleva adelante un plan de lectura denominado “Identidades bonaerenses” que tiene por objetivo la distribución de textos y obras en 2350 escuelas secundarias y establecimientos técnicos, institutos de formación docente, bibliotecas municipales, centros de investigación y formación docente y escuelas para adultos.
El catálogo está compuesto por más de 100 libros de diversos géneros y autores, entre los que se encuentran un grupo de obras que despertaron polémica en la comunidad educativa y las familias de los estudiantes al tener contenido sexual explicito.
A raíz de la polémica, los consejeros generales de Cultura y Educación bonaerense, Diego Julio Martínez y Natalia Quintana, le pidieron al Subsecretario de Educación de la provincia de Buenos Aires, Pablo Urquiza, explicaciones sobre los criterios de selección de las obras. También reclamaron establecer cuándo y cómo se repartieron los libros.
Hasta el momento no está claro si los estudiantes ya recibieron estos libros, si están destinados a la formación de los docentes o si simplemente irán a las bibliotecas de las escuelas.
En particular, Martínez y Quintana señalan que existe un grupo de obras que las propias autoridades a cargo del programa “Identidades Bonaerenses” especifica que se deben leer con acompañamiento docente y se aclara que se tratan problemáticas de violencia de género.
Entre las obras se destacan “Las Primas”, de la autora Aurora Venturini. En el catálogo de “Identidades bonaerenses” se sugiere que el libro se suministre a alumnos a partir del ciclo orientado, es decir, estudiantes que cursen los últimos años del secundario, y se requiere acompañamiento docente.
Algunos de los textos de la polémica
Extracto del libro “Las Primas”, de Aurora Venturini:
“Cuando la interpelé a Petra acerca del término ella largó una carcajada y me gritó imbécil con más de dieciocho años no sabes siquiera pronunciar y con pose de maestra de sexto pronunció sexo oral y yo boquiabierta igual quedé en ayunas y le rogué me aclarara el tema porque sentía que debía ser eso que todas las chicas, según Petra, practican y se sentó en una silla y me dijo hacé de cuenta que soy un hombre, para el caso el quintero de marras que embarazó a Carina y sentada se abrió de piernas y me dijo que imaginara que ella siendo hombre tendría en lugar de cotorra un pene y que pene significaba el pito de los varones por donde mean y no la cotorra por donde lo hacemos nosotras las mujeres y que para no embarazarse no hay que dejar meterse el pene en la cotorra porque el semen que expele el pito es lo que contamina y después viene lo peor el embarazo y que ella le propuso al hombre de la quinta sexo oral y él encantado aceptó. Qué fatigada estoy…”
Siguió explicando siempre sentada con las piernas abiertas y contó que sexo oral significa que el hombre le ponga el pito en la boca a la mujer y que ella chupe como si chupara cualquier fruta o caramelo y de pronto salía el semen y que por esa vía no embarazaba y yo vomité ahí nomás y ella enfurecida y con razón juró que nunca me explicaría cosas íntimas aunque me convendría saberlas para que no me ocurriera lo mismo que a la inocente Carina y a su bebé y que cualquier hombre con tal de no comprometerse acepta el sexo oral y que a ella le parecía que son tan puercos que les gusta más así que de manera normal, también que los casados solicitan esa manera porque los hijos los tienen con las esposas casadas con ellos por civil y por iglesia y que ella que era menor que yo dos años ganaba plata con esa práctica y nadie lo sabía y confiaba en que yo no contaría porque me abrió los ojos para que nadie me pusiera el pene en la cotorra y después me muriera de infección como Carina y el bebé y yo le pedí disculpas por haber vomitado y le agradecí la clase sobre sexo oral, muy útil, pero que nunca practicaría por mi estómago delicado y por mi hígado que padeció hepatitis y otras faltas de inmunidades (palabra del diccionario) que me llevarían al hospital.
Extracto del libro “Si no fueras tan niña”, de Sol Fantin
En el libro “Si no fueras tan niña”, de Sol Fantin, para el que también se requiere acompañamiento docente, se pueden encontrar textuales como los siguientes:
“Marcos saca dos cervezas de la heladera, me da una y se lleva la otra a la boca. Toma un trago y deja la botella sobre la mesa, como si estuviera ansioso. Sin nada, me agarra de la mano y me lleva a la habitación. Me tiende boca arriba en la cama de una plaza de la madre. Me desnuda. Se desnuda y se suba arriba mío. Me toca. Me ponetra con el pene. A mi me duele. Él me mira fijo, serio, a los ojos. Yo siento que tengo que aguante. Sostengo la mirada. Él es el gurú. Él es el poeta de dios. Él es el guía espiritual que todos respetan, que a mi me eligió a mí, y yo soy chica, yo no sé, yo tengo que dejar que él me guíe. Gomo de dolor. Él me suelta”.
En la nota que los consejeros le elevaron a las autoridades bonaerenses se desprende que son 16 en total los libros que requieren acompañamiento docente y mediación de un lector para su abordaje. Algunos de ellos son:
“Agosto”, de Romina Paula
“Cámara Gesell”, de Guillermo Saccomanno
“De este lado del charco”, de Mariana Komiseroff
“Catedrales”, de Claudia Piñeiro
“Cometierra”, de Dolores Reyes
Los consejeros piden explicaciones por el criterio de selección de los libros
Los consejeros pidieron explicaciones sobre los criterios para la distribución de esta colección en las escuelas y establecimientos mencionados, qué tareas llevó adelante la Provincia para que el abordaje del tema sea el correcto, determinar si la Dirección de Educación Sexual Integral analizó las obras indicadas con contenido referido a “violencia de género”.
Según pudo saber TN, hasta el momento la Subsecretaría de Educación de la provincia de Buenos Aires que conduce Pablo Urquiza no entregó ninguna respuesta.
En diálogo con este medio, el consejero Diego Martínez señaló que “la Provincia debería dar cuenta sobre qué textos y qué parte de la colección fue a cada lugar. Deberían decir qué material fue a las escuelas, cuáles a los centros de adultos, y así con cada uno”.
El programa “Identidades Bonaerenses” se anunció en septiembre de 2023, pero hasta el día de hoy continúa la distribución de los ejemplares en las secundarias de toda la provincia de Buenos Aires. Más allá de los títulos de la polémica, el plan ofrece libros de diversos autores bonaerenses, con temáticas y géneros diversos. Una de las últimas en recibir fue la Escuela Secundaria Técnica Nº 1 “Otto Krause”.
TN se comunicó con las autoridades de la Dirección General de Cultura y Educación que conduce Alberto Sileoni para obtener sus comentarios, pero no obtuvo respuesta. /TN