Ante la presión de los dialoguistas por nuevas modificaciones y una charla con Francos por el pacto fiscal, en la Casa Rosada dicen que no habrá más encuentros esta semana
Ante las dificultades para aprobar intacta, en general y en particular, el dictamen múltiples veces modificado de la ley Ómnibus, el Gobierno asegura que no tiene planeado introducir más modificaciones al filo de la votación, y se muestra intransigente.
Esta mañana, horas antes del inicio del segundo día de debate en Diputados, Javier Milei les transmitió a sus ministros en la reunión de Gabinete en la Casa Rosada que quiere que “se termine la novela”. Y en su entorno deslizaron que no hay ninguna posibilidad de retirar o cambiar la letra chica del capítulo de privatizaciones ni de atribuciones extraordinarias.
Como cada jueves, temprano en la mañana, el primer mandatario recibió a sus funcionarios de mayor rango en el Salón Blanco. Faltaban tres horas y media para el inicio de la segunda jornada de sesión que pasó a un cuarto intermedio anoche y estaba prevista para el mediodía. Y el primer mandatario eligió mostrarse muy duro ante su equipo con la metáfora de la novela que dejaron trascender en su entorno, aunque sin brindar más detalles sobre lo conversado puertas adentro en el encuentro, que duró dos horas.
Además, aseguraron que no convocaron aún a los gobernadores entre hoy y mañana para discutir el pacto fiscal, como había deslizado esta mañana, en una entrevista, el líder del bloque aliado Hacemos Coalición Federal, Miguel Pichetto. En cambio, funcionarios nacionales condicionaron ese encuentro al apoyo que les otorguen para el proyecto “bases” los mandatarios y los bloques no kirchneristas. “Eso se conversará cuando tengamos el resultado”, sostuvieron.
En el Congreso las posiciones están divididas al interior de los bloques. En Juntos por el Cambio se impondría un consenso de apoyo generalizado, especialmente de PRO. Pero en la UCR todavía hay disidencias con el capítulo de privatizaciones y poderes extraordinarios para el Ejecutivo. Y el variopinto bloque de Hacemos aún mantiene las incógnitas.
En Balcarce 50 se imponía una posición de confianza esta mañana. “Se gana uno a cero o por penales, pero se gana”, dijeron. Sin embargo, esta mañana el oficialismo, encabezado por el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, convocó a un encuentro de último momento con los jefes de los bloques, unas horas antes del comienzo de la segunda etapa de la sesión, prevista para el mediodía. “No fue para negociar nada, se tenían que poner de acuerdo sobre cuestiones técnicas”, negaron en la sede nacional.
También ratificaron que no están dispuestos a coparticipar el Impuesto PAÍS, a pesar de los pedidos del conjunto de los gobernadores a Francos. “No tiene sentido coparticiparlo, porque cuando saquemos el cepo no va a existir más”, argumentaron. Y si bien no dieron una fecha precisa sobre el levantamiento de las restricciones cambiarias, deslizaron que será “antes de lo que se espera, probablemente antes de que se termine el primer semestre”.
Después de los comentarios de Pichetto, en algunos ejecutivos provinciales aseguraron que hubo charlas al respecto, pero no invitaciones formales. “No hay reunión hoy ni tampoco hubo convocatoria formal. Sí hubo contactos informales y desde el Gobierno plantearon que el paquete fiscal se empezará a conversar con los gobernadores la semana próxima. Pero no hay fecha ni precisiones”, dijeron cerca de un gobernador de JXC. Y agregaron, sugestivamente, que varios gobernadores ya se expidieron públicamente a favor de la ley. “No hay negociación hoy”, sostuvieron.
Ayer hubo 11 horas de debate y lo más probable es que haya dos jornadas más. Una hoy, la otra, mañana, para que el Gobierno pueda continuar tras bambalinas con las negociaciones por artículos en particular, que sigue trabada porque LLA no tiene los votos. Esta mañana, Martín Menem convocó en su despacho a los diputados dialoguistas -no hay casi contactos con Unión por la Patria-.
El Gobierno concedió quitar a YPF de la lista de privatizaciones. Sin embargo, pretende vender otras 36 empresas, y tanto en el radicalismo como en el bloque de Pichetto e Innovación, a quienes Milei necesita para un acuerdo, se muestran reacios a apoyar. En la UCR, en tanto, aún dudan, y la confianza del Presidente no se apoya aún sobre bases sólidas. /Infobae