El fiscal Carlos Sale consideró que “es un caso único en la provincia”. Restan las palabras finales, la deliberación y sentencia del tribunal
En su alegato final el fiscal pidió una pena de 18 años de prisión para el acusado de matar a Gabriela Picciuto por considerar que “es un caso único en la provincia. Un hecho macabro que casi queda impune”. Restan las palabras finales, la deliberación y sentencia del tribunal.
Al realizar sus conclusiones el fiscal Carlos Sale dijo: “Este caso es de muchísima gravedad. Fue casi el crimen perfecto. Salomón es una persona inteligente, fría y peligrosa. De todos modos, hemos recabado muchas pruebas que lo ubican de manera directa con el crimen. Sin duda se trata de un delincuente peligroso. Salomón es la última persona que estuvo con la víctima y lo expone de manera clara precisa y contundente como autor único y responsable de este hecho macabro que casi queda impune”.
Se formuló la acusación por el delito de homicidio, en calidad de autor, al considerar que no quedó acreditada la relación de pareja entre víctima y victimario, requiriendo en contra del acusado la pena de 18 años de prisión efectiva.
El fiscal es asistido en el debate por los investigadores Candela Santucho y Alejandro Esquenazi, del equipo de la Unidad Fiscal a cargo. El tribunal está integrado por María Valeria Mibelli, Isabel De Los Ángeles Méndez y Guido Leandro Cattáneo.
Numerosos testimonios de profesionales del Ministerio Fiscal se escucharon a lo largo de las tres semanas de debate.

La acusación
Entre el 9 y el 11 marzo de 2023 aproximadamente, en una vivienda ubicada en la planta baja, en la parte del fondo del domicilio de calle Chacabuco 59, de San Miguel de Tucumán, perteneciente a Gabriela Laura Picciuto, Leonardo Salomón, quien residía también en ese inmueble, sirviéndose de un elemento duro animado de fuerza y velocidad, por motivos que se desconocen y con intenciones de causarle la muerte, la golpeó en su cabeza, provocando un traumatismo encéfalo craneano (TEC), que la condujo a la muerte.
Una vez fallecida Picciuto, Salomón procedió a esconder su cuerpo en una cisterna de mampostería, ubicada en el interior de la propiedad, cubriéndolo con prendas de vestir, ropa de cama y bolsas, sellando incluso la parte inferior de la cisterna con ladrillos y mampostería hasta que fue hallado el 12 de mayo en avanzado estado de descomposición.