Después del sorpresivo anuncio sobre un nuevo sospechoso en la investigación por el crimen de Nora Dalmasso a 18 años del hecho, Miguel Rohrer responsabilizó a la familia Macarrón de haberlo inculpado equivocadamente por el homicidio en 2006 y sostuvo que espera una “amplia disculpa” por parte de los hijos de la víctima.
“Inventaron toda una fábula para usarme de chivo expiatorio”, expresó el empresario que, cuando ocurrieron los hechos y ante las sospechas instaladas en su contra, se ofreció él mismo a hacerse un ADN, que dio negativo.
“Yo estaba a 600 kilómetros, pero por la insistencia de algunas partes seguían buscando, con este cuento de ‘El francés’, que ni soy francés, y dejaron que el asesino se escapara. Buscaron amantes y no al asesino. Es tristísimo para toda la familia Rohrer”, resaltó.
En diálogo con El Doce, sostuvo que espera “una amplia disculpa” de la familia Macarrón “porque la denostación (hacia su persona) fue enorme”. “Vamos a ver si hay un arrepentimiento en la acusación indiscriminada hacia mi persona que afectó enormemente a toda mi familia”, subrayó.
Por último, en relación a las pruebas genéticas que comprometen al nuevo sospechoso, Roberto Marcos Bárzola, el empresario señaló que “es una prueba científica, no es que se pueda dudar”. Y concluyó: “Estamos muy felices de que Nora descanse en paz a partir del excelente trabajo que hizo el señor fiscal (Pablo Jávega)”.
En el juicio que absolvió a su padre, los hijos de Nora Dalmasso apuntaron contra Miguel Rohrer.
El amante, el primer sospechoso
Desde aquel 26 de noviembre del 2006, día en el que encontraron asesinada a Nora, se barajaron múltiples líneas de investigación. En principio se pensó que podía haber sido un intento de robo, pero eso fue descartado y surgieron varias hipótesis que hasta llevaron a inculpar a su propio hijo, Facundo Macarrón.
Cuando los investigadores empezaron a entrevistar al círculo íntimo de Nora, uno de los datos que surgió tenía que ver con cómo vivía su sexualidad. “Era la referente sexual de todas”, dijo una de sus amigas durante el juicio.
A partir de allí, una danza de nombres comenzaron a fluir: Miguel “El Francés” Rohrer, Rafael Magnasco y Guillermo Albarracín, entre otros. En el caso de Rohrer, ni la fiscalía ni las fuerzas policiales pudieron acreditar el vínculo, pese a que Facundo y Valentina -hijos de la víctima- insistieron con esa relación. /TN