Según informe de Ultracine, se vendieron apenas 4,6 millones de entradas, la cifra más baja en 16 años, excluyendo los años de pandemia.
Las vacaciones de invierno suelen ser un punto fuerte para los cines nacionales, sin embargo, este año fue todo lo contrario. Según datos de Ultracine, la consultora argentina de cine, se vendieron 4.665.000 de entradas. Se trata del peor registro desde los 3.550.000 del 2009.
En estas mediciones no se tienen en cuenta las cifras del 2020 ni del 2021, ya que, como consecuencia de la pandemia, las salas permanecieron cerradas y su reapertura se dio de forma progresiva. Después de 16 años, estas son las primeras vacaciones de invierno donde la venta de entradas no superó los 5 millones. La cantidad de espectadores está apenas por encima de los 4.330.000 del 2001, año en el que el país atravesó una de sus peores crisis económicas.
El cine se convirtió en una actividad de lujo
“El cine se ha vuelto muy caro en comparación a otras recreaciones”, analiza el periodista especializado en cultura y docente Ezequiel Boetti. A nivel nacional, los espectadores están mayormente concentrados en la Provincia de Buenos Aires y la Ciudad de Buenos Aires, donde la entrada general cuesta en promedio $15.000.
En vacaciones de invierno, una familia tipo, compuesta por dos adultos y dos niños, necesitó aproximadamente $60.000 para ir al cine, sin incluir pochoclos o bebidas. Existen espacios como los del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) o salas independientes, como el Cine Lorca, ubicado en CABA, que tienen precios más accesibles. Sin embargo, no todo el país cuenta con estas alternativas.
Tanto las cadenas de cine como las independientes tienen desde promociones bancarias hasta precios más económicos dependiendo el día de la semana. Aun así, no fue un incentivo para este julio.
“Una película se estrena en la misma fecha o la misma semana en prácticamente todo el mundo. Lo que hace que muchas veces la distribución local no pueda quizás hacer algún ajuste que podría convenir un poco más para la performance en la taquilla”, explica Boetti.
Las cinco películas más vistas del mes fueron “Jurassic World: Renace”, “F1: la película”, “Superman”, “Cómo entrenar a tu dragón” y “Los 4 Fantásticos: primeros pasos”. Solo “Superman” y “Los 4 Fantásticos: primeros pasos” se estrenaron durante el receso de invierno, mientras que las otras lo hicieron semanas atrás, ya que sus fechas fueron pensadas para las vacaciones de verano del hemisferio norte.
“Hay problemas de exhibición, que existieron siempre. Por ejemplo, hay pocos horarios accesibles para la gente que consume películas subtituladas”, detalla Camila Pereyra, directora de fotografía y creadora de contenido (@algocinefila). Ya no se programa la fecha de estreno, la disponibilidad de horario o el formato en función del público. Pero ¿acaso no es el espectador el principal motor de la industria del cine?
Con respecto a las vacaciones de invierno del año pasado, la caída de entradas vendidas fue del 20,9%. Más allá del receso invernal, los números tampoco son positivos. En la primera mitad del año, la concurrencia a los cines fue de casi 16,2 millones, lo que significó una caída del 6% en comparación al mismo periodo en 2024.
“Son etapas, siendo positiva, nada cambia la experiencia de ir al cine”, agrega Camila Pereyra. Aunque Ezequiel Boetti también intenta mantenerse optimista, sostiene que todo indica “que va a continuar este proceso de extranjerización y concentración de la cartelera”.
En este contexto económico donde la industria cinematográfica está protagonizada por los tanques de Hollywood, el cine se convirtió en una actividad de lujo. Aun con promociones bancarias o precios especiales, ver una película en la pantalla grande fue una de las opciones menos elegidas para estas vacaciones de invierno. ¿Qué les espera en el verano? No se puede saber con exactitud porque, mientras el cine enciende sus alarmas, sabe que todavía le queda por atravesar el resto del año.
