Trabajadores del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) se reunieron en el Parque Tecnológico Migueletes para expresar su rechazo a los despidos y el cierre de sedes regionales en todo el país. Además, se informó que alrededor de 300 contratos de empleados monotributistas están en riesgo de no ser renovados, dejando en incertidumbre su continuidad laboral.
Entre los afectados hay mujeres embarazadas, empleadas con licencia por maternidad, personas con enfermedades crónicas y madres que dependen del jardín del INTI para la escolaridad de sus hijos.
Giselle Santana, delegada del INTI, en diálogo con Noticias Argentinas, explicó que la manifestación se llevó a cabo pacíficamente en la entrada del INTI, sin cortar calles ni interrumpir el tránsito. Sin embargo, la Policía de la Ciudad de Buenos Aires reprimió con gases lacrimógenos, palos y escudos. “Tenemos compañeros heridos, afectados por los gases y algunos sangrando por los golpes, simplemente por estar en la entrada de nuestro lugar de trabajo”, relató Santana.
La policía formó un cordón para impedir el acceso de los trabajadores a sus puestos, a pesar de que su horario de trabajo comenzaba entre las 8 y las 9 de la mañana. “Es un atropello para todos los trabajadores del Estado, enfrentamos miles de despidos y el desmantelamiento de políticas públicas fundamentales”, denunció la delegada.
Santana afirmó que la protesta es un derecho en democracia, aunque lamentó que no pudieron manifestarse sin ser reprimidos brutalmente. “Hacemos responsable al gobierno de Javier Milei, a Patricia Bullrich y a Jorge Macri de cualquier incidente que ocurra. Estamos dispuestos a continuar con asambleas y medidas de lucha. En el INTI y en el Estado no sobra nadie”, enfatizó.
La protesta también se dirige contra lo que consideran el inicio de un vaciamiento de una institución clave para el desarrollo productivo nacional. Confirmaron que varios laboratorios están quedando “prácticamente vacíos” por falta de personal, afectando áreas y líneas de trabajo en todo el país debido a los despidos y el cierre de sedes regionales.