Este miércoles, el gobierno que encabeza el presidente Javier Milei enfrentará el primer paro general convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT) contra el mega DNU y la Ley Ómnibus, que se debate en Diputados.
La medida de fuerza, además de tensar el vínculo del oficialismo con la oposición y los gremios también desafiará el protocolo antipiquetes de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
En este sentido, la Justicia ordenó este martes a las fuerzas federales evitar realizar requisas, sacar fotos o filmar a manifestantes dentro del territorio de la provincia de Buenos Aires y los accesos a CABA o detenerlos sin motivo.
Por su parte, la CGT y autoridades del Ministerio de Seguridad porteño y de la Policía de la Ciudad acordaron que los manifestantes ingresarán por la Avenida de Mayo desde la Avenida 9 de Julio hacia la Plaza de los dos Congresos, y que garantizarán la circulación de Bomberos, Ambulancias, autos con emergencias y el ingreso y egreso de frentistas en toda la traza.
Por otro lado, a este paro se adhirió también un amplio sector de la política; de sindicatos; de organizaciones piqueteras y movimientos sociales; de partidos de izquierda; de cámaras empresarias pymes e incluso algunos gobernadores peronistas.
La medida de fuerza afectará la atención en los bancos, los comercios, los vuelos, la administración pública, las estaciones de servicio, los hospitales públicos, la recolección de basura y el correo, entre otros servicios; mientras que el transporte público dejará de funcionar a las 19:00.