El dirigente social apuntó contra el presidente Javier Milei y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich cuando fue liberado.
Horas después de haber sido arrestado por participar en la ocupación del Instituto Nacional Juan Domingo Perón, en el barrio porteño de Recoleta, el dirigente social Juan Grabois recuperó su libertad este domingo por la mañana.

La detención ocurrió el sábado por la tarde, cuando Grabois, acompañado por un grupo de militantes, ingresó al edificio ubicado en Austria 2593. Según fuentes oficiales, el ingreso se produjo de manera violenta y dejó daños materiales. El jefe de la Policía Federal Argentina (PFA), comisario general Luis Alejandro Rolle, afirmó que los manifestantes “rompieron un vidrio blindex” y estimó que eran unas 50 personas. Además, aseguró que “cuatro efectivos policiales que cumplían funciones de custodia en el lugar habrían sido retenidos contra su voluntad y resultaron con lesiones”.
En ese operativo fueron detenidos Juan Grabois y otro manifestante, Valentín Peralta, de 23 años. Ambos fueron trasladados a la Superintendencia de Investigaciones Federales, en la sede ubicada en Madariaga 6976, Villa Lugano. Desde entonces, se convocó una movilización que reunió a legisladores, referentes de derechos humanos y representantes de distintas agrupaciones políticas, quienes exigieron la liberación inmediata del dirigente.
Durante la noche, el apoyo al líder social se hizo visible. En las afueras del edificio policial se congregaron diputados nacionales como Horacio Pietragalla, Itai Hagman y Natalia Zaracho; los dirigentes Leonardo Grosso, Daniel Catalano y Lucía Cámpora; además de legisladores porteños como Juan Manuel Valdez, Juan Modarelli y Federico Mochi, y el senador bonaerense Federico Fagioli.
Ya en libertad, Grabois se dirigió a los medios con declaraciones contundentes contra el actual gobierno. “No hay que tenerles miedo”, dijo en referencia directa a la administración de Milei. Luego agregó: “Enfrentarlos, antagonizar con estos hijos de … está entre las mejores cosas que he hecho en mi vida”.
Consultado sobre la causa judicial, el dirigente peronista sostuvo: “No me hicieron una imputación específica”, pese a que desde el oficialismo se mencionó que el hecho podría encuadrarse en los delitos de usurpación, daños y lesiones. La causa quedó en manos del Juzgado Federal N°2, a cargo del juez Sebastián Ramos. Según fuentes judiciales, se evalúa la inclusión de cargos por tentativa de usurpación, lesiones a personal policial y daños al patrimonio estatal, particularmente en una de las puertas del instituto.