A 13 años de la desaparición de María Cash, la investigación ha tomado un nuevo rumbo al enfocarse en el lugar donde la joven fue vista por última vez el 8 de julio de 2011 en Salta. Este caso policial sigue siendo uno de los más resonantes y enigmáticos del país, no solo por la falta de datos concretos tras más de una década, sino también porque muchos testigos han proporcionado versiones falsas o contradictorias que desviaron la investigación.
Según El Tribuno, recientemente los investigadores han puesto su atención en el último sitio donde se registró la presencia de Cash: las cámaras del expeaje de Aunor. Aunque la última imagen conocida fue tomada en ese expeaje, se verificó que Cash estuvo 20 kilómetros más adelante, en la ruta 9/34, frente a un santuario de la Difunta Correa. Después de ese punto, su paradero sigue siendo desconocido.
Los investigadores creen que las pruebas falsas y las declaraciones contradictorias de los testigos han entorpecido la causa, lo que ha llevado a que recién ahora, 13 años después, se retome el enfoque en “la última huella” de Cash.
“Lo que se ha confirmado es que estuvo en la ruta nacional 34, cerca del pueblo Pampa Blanca, en el límite con Salta. Además, las grabaciones de las cámaras del expeaje de Aunor fueron fundamentales”, informaron las fuentes. La investigación actual está a cargo de la Justicia Federal, ya que se sospecha que el caso podría estar relacionado con trata de personas, similar al caso de Loan Danilo Peña en Corrientes.
Desde hace tiempo, el Ministerio de Seguridad de la Nación ha ofrecido una recompensa de $5 millones por información veraz sobre Cash, lo que ha incentivado la aparición de testimonios falsos. En un trágico giro, durante la búsqueda de su hija en 2017, Federico Cash, padre de María, falleció en un accidente en la Ruta Nacional 152, en La Pampa.