Especialistas explican el alcance del DNU sobre esta modalidad de consumo y recomiendan algunos trucos útiles para los usuarios
Entre los cambios que aplica el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) está la desregulación de las tasas de interés que aplican sobre los saldos deudores de las tarjetas de crédito.
La normativa, por un lado, deja libre el tope de interés que los bancos aplican a los que abonan fuera de término el resumen de cuenta, y también se liberó el monto límite que las entidades les cobran a los comercios por utilizar el sistema financiero. Antes era un porcentaje del tres por ciento y ahora cada banco podrá colocarlo a su gusto.
Aunque hay conviene aguardar para medir el impacto efectivo que tendrán esta y otras medidas, lo cierto es que ya se ha comenzado a encarecer el crédito.
Por otro lado, se descuentan subas mayores para quienes empleen este medio de pago para efectuar sus compras, para no mencionar que el interés anual será mayor si acompaña la inflación así como también aumentará lo que el banco cobra como instrumento mediador, dicho de otro modo: las comisiones.
Cae el uso del crédito plástico
Más allá del pedido de continuidad de organismos como CAME, la desaparición de los programas con tasa subsidiada como el Ahora 12 ya ha comenzado a tener consecuencias en las compras a crédito.
De este modo, el pago en cuotas dentro de algunas plataformas virtuales hoy tiene un 1.000 por ciento de interés mientras que las tarjetas más utilizadas ofrecen intereses en torno al 300 por ciento anual, algo que puede variar día tras día.
Con la desregulación y el encarecimiento de las tasas de financiación, más allá de la alta inflación en danza, aparece un panorama complejo para muchas familias que desde hace tiempo sostienen buena parte de sus consumos básicos con tarjeta de crédito.
El economista de la consultora Evaluecon, José Vargas, consideró que las tarjetas son una gran fuente de financiamiento para las familias en donde hay entre tres y cuatro tarjetas por integrante.
“En los últimos seis meses creció cerca de un 40% el uso de plásticos, en especial a partir del día 17 de cada mes debido a que el salario comienza a quedar cada vez más chico”, explicó Vargas.
En este marco, lo que suceda con las tasas no solo es importante sino que condiciona la vida económica de muchas familias en contextos inflacionarios.
Atender a la letra chica y hacer cuentas
El DNU, además, da de baja el tope de interés que existía para quienes no cumplen en término con el pago de la tarjeta. Siempre fue caro “patear” estos consumos hacia adelante, pero ahora lo serán aún más debido a la inexistencia de un límite para el cobro de estos intereses. Por este motivo, la primera recomendación de los especialistas tiene que ver con hacer un esfuerzo e intentar pagar la totalidad del resumen.
Es que si ya era costoso pagar los mínimos debido a que implicaba un alza importante de la tasa así como el ingreso en una suerte de rulo financiero del que era casi imposible salir, ahora esto se encarece todavía más. Tanto José Vargas como el asesor financiero Gastón Lentini, subrayaron la importancia de abonar todo el resumen de una sola vez.
“Hay que evitar pagar el mínimo ya que ahí se dispara la tasa de interés de una manera considerable”, subrayó Vargas. A partir de la desregulación en danza, es preciso ser muy cuidadosos en el momento de utilizar la tarjeta y esperar la existencia de bonificaciones o promociones con tasas acotadas que pueda ofrecer cada banco.
Si no queda alternativa que utilizar la tarjeta de crédito, Vargas recomendó tener en cuenta cuál es el Costo Financiero Total (CFT) en lugar de la tasa nominal anual. Ya que es allí donde podríamos caer en una situación compleja y es lo que impacta en el momento de calcular la cuota. Este costo, donde entran comisiones y otros costos del banco, hoy supera el 300% anual.
Con una inflación que en diciembre del 28,57% según el relevamiento de la consultora Evaluecon, será necesario realizar cuentas muy finas en el momento de endeudarse. Es decir, hacerlo solo si se podrá pagar la totalidad del resumen en primer lugar y estar atento al CFT así como a las posibles promociones de tasas más bajas de los bancos, algo para lo que habrá que esperar un poco.
En este contexto, Lentini propone un pequeño truco y es utilizar la tarjeta el día posterior a su vencimiento, es decir que si vence el 25, realizar la compra el día 26, ganando así un mes a la inflación por lo que se producirá un ahorro en torno al 30 por ciento en función de los índices que se esperan para los próximos meses.
De esta forma, habrá que definir si este adelanto en el consumo alcanza para euilibrar el desfasaje causado por lo que cobra el banco.