Ahora se complica su posibilidad de clasificar a la siguiente fase del Mundial de Clubes.
Para el hincha de Boca queda una sensación amarga. Al igual que en el partido ante Benfica, el equipo de Miguel Ángel Russo mostró algunos rasgos positivos. Mostró entrega y esfuerzo. Sintió que tenía el resultado soñado en las manos… y al final se le escapó. Perdió 2-1 con Bayern Munich y ya no depende de sí mismo para encontrar la clasificación para los octavos de final.
El primer tiempo fue una pesadilla. Los alemanes tuvieron el control absoluto del partido y se fueron 1-0 al descanso, con un gol de Harry Kane, pero bien pudieron ser un par de goles más por su dominio.
Tal vez por la fortuna de no estar abajo por una diferencia mayor, el equipo encontró ánimos y salió a buscar el empate. Por momentos, con más espíritu de lucha que con fútbol. Y aunque parecía imposible, lo consiguió. Fue gracias a una acción maravillosa de Miguel Merentiel, que peleó solo con dos defensores alemanes para vencer a Neuer con un fuerte remate.
Parecía que el empate era un premio merecido ante tanto esfuerzo. Pero otra vez fue insuficiente. Michael Olise puso el 2-1 a siete minutos del final y ya Boca se quedó sin energías.
Ahora, necesita que Bayern supere a Benfica en la última fecha. Si los alemanes, ya clasificados, consiguen ese triunfo al menos por un gol, Boca necesitará hacerle siete a Auckland City en el cierre para lograr ingresar entre los mejores 16.