Un joven de 16 años, ocupante de la camioneta, es el más delicado.
El pasado lunes 24 de marzo un fatal accidente conmocionó Tucumán, cuando se conoció la trágica noticia de que en la Ruta Nacional 38 una camioneta Volkswagen Amarok V6 chocó contra un colectivo de la empresa Exprebus, dejando un saldo de dos víctimas fatales y 12 heridos.
En la camioneta viajaban seis chicos de entre 16 y 24 años. Al volante iba Matías Raso (22) y a su par lo acompañaba Juan Franco Millán (17), ambos jugadores de rugby del equipo Huirapuca. Según explicaron fuentes judiciales, los jóvenes regresaban de una fiesta y, a la altura del salón La Estrella, a pocos metros de la entrada de Concepción, la camioneta ingresó al carril donde se desplazaba el colectivo provocando la colisión.
Debido a la magnitud del impacto Raso y Millán perdieron la vida al instante, mientras que I.L (16), C.D (16), Agustín Aranda Sánchez (20) y Joaquín Isaías Albornoz (24), quienes iban como acompañantes sufrieron heridas de distintos grados.
En las últimas horas, la subdirectora del Hospital Regional de Concepción, la doctora Sonia Carrazana, brindó un informe sobre la evolución de los pacientes internados tras el accidente y confirmó que de los cinco pacientes hospitalizados, tres ya fueron dados de alta, mientras que uno de los heridos será derivado a la capital para recibir atención especializada.
En una entrevista con el sitio Bajo La Lupa, la médica señaló que dos pasajeros del colectivo accidentado, que presentaban politraumatismos leves, fueron dados de alta el pasado lunes. En tanto, el paciente Joaquín Albornoz, quien sufrió un politraumatismo encefalocraneano con pérdida de conocimiento, evolucionó favorablemente y recibió el alta ayer.
Los otros dos pacientes continúan en terapia intensiva, por lo que la doctora María Isa Maza, jefa del servicio de Terapia Intensiva, informó que Cristóbal Delgado ingresó con un trauma cerrado de abdomen que requirió una esplenectomía y una nefrectomía. Actualmente, se encuentra estable, lúcido y con una evolución favorable. Se le retiró la sonda nasogástrica y se inició la dieta oral con buena tolerancia.
El paciente I.L (16), en cambio, presenta un cuadro más complejo. También sufrió un trauma cerrado de abdomen que requirió cirugía, pero además tiene un traumatismo craneoencefálico con deterioro neurológico y cognitivo. “Necesita ser evaluado por especialistas en neurointensivismo, oftalmología y trauma maxilofacial, lo que excede la capacidad del hospital de Concepción”, explicó la Dra. Maza. Por esta razón, el paciente será derivado al Hospital Padilla, donde recibirá atención especializada.
Desde el ingreso de los heridos, el hospital ha brindado apoyo psicológico a los pacientes y sus familiares. “El equipo de salud mental trabajó incansablemente para contener tanto a los accidentados como a sus familias”, aseguró la Dra. Carrazana.

El Tucumano