Desde la casa de altos estudios aseguran que con presupuesto propio iniciarán el año.
El retorno a la actividad en la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) se dará en un clima de asambleas. La falta de actualización en los salarios de docentes y no docentes es una olla a presión que amenaza con afectar el inicio y el desarrollo del ciclo lectivo. Sin embargo las autoridades de la Casa de Altos Estudios aseguran que con presupuesto propio afrontarán este año.
Angel Morales, secretario general de la Asociación del Personal No docente de la UNT (APUNT) explicó que los trabajadores recibieron una suba del dos por ciento en noviembre, de un uno por ciento en diciembre y que en enero no se registró ningún incremento. “La inflación de los últimos dos meses del año pasado, celebrada por el presidente Javier Milei, es del seis por ciento y todavía no se conocen los números del primer mes del 2025. Los no docentes ya perdimos más de tres puntos en solo 90 días y eso sin contar lo que venía de arrastre”, precisó.
Anahi Rodríguez, de la Asociación de Docentes e Investigadores de la UNT (ADIUNT) advirtió que los salarios de los trabajadores universitarios acumulan una pérdida de más de 60 puntos frente a la inflación. “El 90% está por debajo de la línea de pobreza y el presidente anunció que desde marzo no habrá más aumentos de salarios. En estas condiciones no se puede empezar el ciclo lectivo con normalidad”, expresó.
José Hugo Saab, secretario general de la UNT dijo “El presupuesto no ha sido aprobado para el 2024 y no tenemos esperanzas de que se apruebe ahora para el 2025, es decir que seguiremos funcionando con las actualizaciones con respecto al presupuesto 2023, cuestión que hace que tengamos que tener mucho cuidado en los gastos, reservas presupuestarias”.
“Gracias al trabajo que hizo el ingeniero Pagani y la doctora Mercedes Leal, la Universidad Nacional de Tucumán cuenta con recursos propios como para afrontar el comienzo de año, pero sin lugar a dudas nos genera muchísima incertidumbre tanto lo que hace a los gastos de funcionamiento como lo que es más importante aún la cuestión salarial docente y no docente”, añadió.
Siguiendo esta línea, reveló si el año pasado tuvieron que restringir algunos servicios dentro de la universidad: “No nos tuvimos que restringir, pero si tuvimos que ser muy cuidadosos y dar orden de prioridad a las cuestiones que hacían al funcionamiento estricto, sobre todo en el ámbito del Rectorado porque la esencia de la universidad son las unidades académicas y en ese sentido gracias a que los gastos de funcionamiento llegaban en tiempo y forma, pudimos trabajar bien todo el año”.
“Sin lugar a dudas el tema central en el presupuesto y en las cuestiones universitarias pasa por lo salarial, el 92 o 93% de lo que significa el presupuesto es de la cuestión salarial y el resto entre un 8 o 7% a nivel nacional está destinado al gasto de funcionamiento, así que es esencial y es prioritario para defender la educación pública que el salario docente y no docente esté acorde a la situación que estamos viviendo, esto es que le gane a la inflación”, explicó.
En este sentido, el entrevistado aseguró que hay un atraso del 40% en el salario docente: “Aproximadamente respecto del año pasado y si seguimos a este ritmo de la actualización del 2023 esto creo yo que se va a profundizar”.