En las últimas horas se conoció el informe preliminar de los estudios realizados al cuerpo de la niña, que según los investigadores, habría sido abandonada por su madre en medio del río.
La muerte de la pequeña Kiara Jazmín Caro aún conmociona a Tucumán, más aún cuando se conocen detalles de su muerte y del accionar de su madre Daniela Fernanda Ávila.
Durante la misma, la acusación pública formalizó la investigación en contra de la acusada por el delito calificado como abandono de persona seguido de muerte agravado por el vínculo en calidad de autora, requiriendo la prisión preventiva por el plazo de tres meses, ante la vigencia de los riesgos procesales de fuga y de entorpecimiento de la investigación, y para proseguir con las medidas investigativas del caso.
“Las características del hecho lo hacen especialmente gravoso. Estamos hablando que la víctima es una niña de siete años, que fue dejada sola en medio del cauce del río a plena noche, sufriendo golpes y agonizando, mientras la imputada optaba por volver a los corsos, dando posteriormente datos falsos que entorpecieron la investigación”, señaló el fiscal al fundamentar el pedido de medidas de coerción de máxima intensidad, solicitud que el juez interviniente resolvió hacer lugar.
El informe preliminar de la autopsia de Kiara arrojó que la causa de muerte fue “asfixia por inmersión”, es decir, un ahogamiento. Además, presentaba golpes en la región superciliar y en áreas temporales y parietales del lado izquierdo. Se detectó la presencia de barro en sus vías respiratorias superiores, lo que sugiere que, en su intento desesperado por sobrevivir, inhaló tierra del fondo del río, lo que finalmente provocó su asfixia.
Los hechos
Según pudieron reconstruir los investigadores, el pasado 2 de marzo de 2025, a las 2 de la madrugada, en circunstancias que Daniela Fernanda Ávila se encontraba junto a su hija, de siete años, en los corsos que se llevaban a cabo en la zona del barrio exIngenio de Lules, decidió trasladarse junto con la menor hacia el domicilio de su pareja, en el barrio Ampliación 25 de Mayo de Lules.
A continuación, Ávila decidió acortar el recorrido, para lo cual llevó a la niña por un camino vecinal de tierra hacia hacia la zona conocida como “Puente Negro”, donde procuró cruzar el río Lules a pie, poniendo de esta forma en peligro la vida de la menor.
En ese momento, Ávila atravesó el río, dejando en medio del cauce a su hija, sin prestarle ningún tipo de auxilio, ni requerir ayuda inmediata de otras personas, a sabiendas que la menor, por su edad, no podía valerse por sí misma en ese lugar.
Finalmente, encontrándose la pequeña desamparada en el cauce del río, sufrió golpes en región supersiliar, en áreas temporales y parietales del lado izquierdo, ingresándole barro en la vía aérea superior hasta fallecer por asfixia por sumersión.