“Vamos a construir una ciudad de la que todos los vecinos estén orgullosos”, aseguró Bruno Romano.
El peronismo logró retener el poder en Alberdi de la mano de Bruno Romano. Minutos después de haber resultado intendente electo, el dirigente de 40 años se comprometió a “construir una ciudad de la que todos los vecinos estén orgullosos”.
El candidato del frente oficialista Tucumán Primero resultó electo con el 46% de los votos, y pese a la alianza entre radicales y La Libertad Avanza (LLA), sacó una ventaja de más de 1.581 sufragios al segundo, Luis María Díaz Augier (Cambia Tucumán), que reunió el 38%. Así, se vivió una disputa polarizada, con la tercera postulante, Carolina Rodríguez (MAP) alcanzando casi el 10%; y el cuarto, Julio Agudo (Pueblo Unido), sólo el 0,89%.
En la oposición protestaron por el despliegue del aparato que ostentaron los armados justicialistas, que con una veintena de acoples movilizaron a un importante sector de la población. De hecho, el nivel de participación rozó el 85% en Alberdi, y se ubicó por encima de la media provincial (79,5%) y nacional (68%).
Intervención
El 9 de junio, el gobernador Osvaldo Jaldo dictó un DNU -ratificado por la Legislatura- para disponer la interrupción del mandato del histórico jefe municipal Luis “Pato” Campos, en medio de la polémica por la viralización de un audio que puso en evidencia presuntos vínculos entre narcos y funcionarios locales. De hecho, tanto el ahora ex intendente como su esposa, la legisladora -en uso de licencia- Sandra Figueroa, se encuentran entre los procesados por la Justicia Federal en el marco de una investigación por el presunto delito de lavado de activos.
Luego de la designación del interventor Guillermo Norry, se activaron los pasos para la normalización del municipio, que además de quedarse sin intendente terminó con las 10 bancas del Concejo Deliberante vacantes.







