Matías Gómez, especialista en psicología clínica de niños y adolescentes y marca un disparador: ¿Cómo se reconstruyen los recuerdos de nuestra infancia?.
En el Día de las Infancias El especialista en psicología clínica de niños y adolescentes, Matías Gómez abordó distintas facetas vinculadas con la infancia. Los recuerdos, los regalos, y el desafío del uso de las pantallas en la infancia son algunos de los temas de análisis.
“Los recuerdos de la infancia están determinados sobre todas las cosas por esos otros que nos hicieron recorrer distintos caminos, esas experiencias se convierten en acontecimientos. Un acontecimiento está cargado de afectos, son esos hechos que recordamos, no necesariamente la materialidad sino el afecto”, comenzó expresando.
Por ejemplo mencionó que hay adultos que recuerdan “me encantó cuando me regalaron una caja de crayones, y no es la caja de crayones sino que es el afecto que depositó ese otro adulto en esa materialidad y que quedó impregnando en el psiquismo como el afecto, como la representación psíquica mas inconsciente que queda en ese hecho en ese objeto, en ese suceso. Es el afecto el que actualiza el presente con una memoria de lo que sucedió. Algunos autores dicen que eso se denomina devenir. Un devenir es algo que transformó nuestro presente y muchas veces es eso lo que constituye un recuerdo”.
De la infancia a veces no tan solo hay recuerdos buenos sino que también existen recuerdos complejos que en algunos casos representaron situaciones de sufrimiento subjetivo.
En relación a niños y adolescentes que tienen algún desafío en relación a su neurodesarrollo en esos casos siempre es importante regalarle algo que verdaderamente lo represente. “Hay pacientes que se localizan con estos desafíos en su constitución subjetiva y que tienen cierta fijaciones con ciertos objetos como pelotitas, luces, puede ser con un libro o una llave. Ahí viene la creatividad de los adultos para saber que regalar”, detalló.
Si puntualmente está fijado con una llave y ese objeto es el que le permite conectarse con el mundo hay que buscar juegos en ese sentido. “Ese es el punto, el interés de cada niño, que sea algo que lo represente”, remarcó.
También mencionó la importancia de que se trate de un regalo que esté cargado de afecto. “Ese regalo más allá que si es algo con una pantalla lo importante es compartir. Si le gustan los videojuegos y le regalamos, juguemos con ellos. No es lo mismo regalarle una consola y que juegue toda la noche solo o decirle vamos a jugar de 10 a 12 juntos, quiero saber a qué estas jugando, yo no sé, enseñame”, sostuvo.
“A mí me parece importante no descuidar los orígenes Estamos en un momento donde son dos etapas generacionales muy distintas, de padres y madres que estuvieron en el inicio de todo un proceso de pantallas, de sistemas de comunicaciones y de redes“.
“Pensar a sacar un niño totalmente de las pantalla es también difícil en la actualidad, pero si es importante poner un límite y a la vez compartir esa información”, subrayó. En ese sentido explicó que hay niños que tienen contacto con las distintas redes pero no es lo mismo que lo vean solos a que lo hagan acompañados. “Compartir ese espacio, una pausa, clarificar, entrar en ese contenido es fundamental. Muchas veces sucede que hay familias que no saben lo que ven los niños y adolescentes en las redes”, dijo.
Planteó sobre el final la importancia de la interrogación en una sociedad donde no hay lugar a la pregunta. “Si de repente hoy a un niño le trasmitimos una pregunta sobre lo que está viendo, un cuestionamiento, estamos armando una posición crítica, que sepa detenerse, observar y parar en un mundo que es vertiginoso y sabemos como son los tiempos actuales”, concluyó. -LV12-