En las paradas de colectivos de la capital la espera se hace más larga para los usuarios, quienes desde este viernes sufren la decisión de AETAT de reducir el servicio de ómnibus en más de un 60%. Mientras que en el paisaje también aparecieron inspectores que envió la Municipalidad de San Miguel de Tucumán, que dispuso multas para las líneas que se acoplen a la medida.
“Desde la Secretaría de Movilidad y por orden de la señora intendenta, Rossana Chahla, vamos a realizar exhaustivamente los controles correspondientes para detectar esa baja de frecuencia, en la prestación del servicio y en el caso de detectarla vamos a aplicar el artículo 51 de la normativa a la que me estoy refiriendo, que nos implica a nosotros imponer sanciones en el caso de detectar esto, que pueden ir incluso de hasta multas desde 2000 a 100.000 boletos, al precio del boleto que hoy está en 230 pesos”, había comunicado ayer Benjamín Nieva.
Y agregó: “Es preocupante que se tome esta decisión unilateralmente por parte de los empresarios propietarios de estas 14 líneas que prestan el servicio en San Miguel de Tucumán. Nos parece inoportuno porque el criterio de la señora intendenta es la apertura al diálogo cosa que ya lo hicimos nosotros y lo venimos demostrando en cuanta audiencia se nos pide”.