La Santa Sede comunicó que el pontífice no ha presentado nuevas crisis respiratorias y “pasó una noche tranquila”.
El papa Francisco pasó una noche “tranquila” y “aún descansa”, según informó este jueves el Vaticano. Aunque su estado de salud sigue estable, la Santa Sede advirtió que su cuadro clínico continúa siendo “complejo” y su pronóstico es reservado.
El pontífice, de 88 años, fue ingresado el 14 de febrero en el Policlínico Gemelli por una bronquitis con infección polimicrobiana, que luego derivó en una neumonía bilateral.
El lunes, sufrió dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda, causados por la acumulación de mucosidad en los bronquios, lo que generó espasmos. Para aliviar la obstrucción, los médicos le practicaron dos broncoscopias para aspirar las secreciones.
A pesar de su estado delicado, el miércoles el Vaticano informó que Francisco no ha presentado nuevas crisis respiratorias y que su recuperación ha mostrado signos levemente optimistas.
A lo largo del día, aumentó las sesiones de fisioterapia respiratoria y terapia motora activa, aunque por la noche volvió a necesitar ventilación mecánica no invasiva para facilitar su respiración. Como parte de su tratamiento, continúa con oxigenoterapia de alto flujo y un monitoreo constante.
Miércoles de ceniza
El papa sigue alternando períodos de descanso con algunas actividades laborales. En el Miércoles de Ceniza, permaneció en su sillón y retomó ciertas tareas, aunque con limitaciones. El Vaticano no ha dado detalles sobre una posible fecha de alta médica.
Especulaciones
El Vaticano ha vivido momentos de gran tensión en el pasado. En 1981, Juan Pablo II pasó 77 días en el hospital Gemelli tras sobrevivir a un atentado. Sin embargo, la hospitalización prolongada de Francisco, la más extensa de su papado, ha avivado conjeturas sobre su posible renuncia y la preparación de un eventual cónclave.
Aun así, hablar de una sucesión mientras el pontífice sigue con vida sigue siendo un tema delicado. “Estaría fuera de lugar. La verdad es que nadie sabe nada”, afirma un funcionario de la Secretaría de Estado”, argumentó.
“Es una situación extraña”, confirma el vaticanista italiano Marco Politi. “No es el momento de que los cardenales se reúnan en secreto, planifiquen el futuro, porque también hay cierta elegancia en la alta jerarquía católica”.
Mientras tanto, los fieles continúan encendiendo velas y elevando plegarias en la plaza de San Pedro por la recuperación del papa Francisco.