La Selección Argentina derrotó a la del país vecino por 3-0 con los tantos de Mac Allister, Álvarez y Dybala.
La Selección Argentina fue de menor a mayor y fabricó una efectiva y celebrada victoria por 3-0 frente a Chile por las Eliminatorias Sudamericanas, a las que volvió habiendo revalidado el título de la Copa América y sin el astro lesionado Lionel Messi y el retirado Ángel Di María, que tuvo su homenaje.
En el primer tiempo la Selección fue creciendo de menos a más. Ya en el segundo pudo demostrar el equipo que es.
La Selección mostró de lo que es capaz de hacer más allá de sus ausencias. Su conocimiento, su circuito de juego, su jerarquía, a fin de cuentas. De Paul la inició, Julián se abrió para tirar el centro, Lautaro la dejó pasar sabiendo lo que iba a suceder, y Alexis definió entrando por sorpresa. Golazo. Y a cobrar.
A partir de ahí, con un De Paul en modo Messi, haciéndose cargo de su parte, pero también de asistir, de conducir, de generar y de provocar, Argentina dominó a Chile (por momentos) como quiso. De hecho, sólo sufrió con alguna contra. Pero nada más. Nada que haya puesto en juego seriamente el resultado.
Por eso, cuando Julián liquidó la historia con ese golazo del delantero de elite, ya no quedó más que volver a disfrutar de este equipo. Y de otro triunfo, y de otra goleada. y de otro olé, y de otra tapada de Dibu, y de otro gol de Dybala en el final (para hacerle honor a la 10 Leo) y sí, de otro “dale campeón”. ¿Y ahora qué? Este 3 a 0 parece ser la mejor respuesta.