El partido de Boca y Estudiantea debió suspenderse a raíz de una situación desesperante que se dio a los 27 minutos del primer tiempo.
Javier Altamirano se desplomó en medio de la cancha y sufrió una convulsión sobre el césped del estadio UNO Jorge Luis Hirschi.
Enseguida, Santiago Ascacibar advirtió la situación, lo cobijó y comenzó a demandar atención médica, ante la desesperación de compañeros y rivales que pedían urgente atención.
Médicos de ambos planteles intentaron estabilizarlo hasta que fue trasladado a una clínica donde está siendo atendido.
Tras charlas con referentes y técnicos de ambos planteles, se decidió dar por terminado el juego, ante la incertidumbre que dejó la salud del futbilista chileno.