El 10 miró la goleada del equipo a Brasil desde Estados Unidos.
La contundente victoria de Argentina 4-1 ante Brasil en el Monumental tiene doble mérito. Por la notable actuación en el clásico sudamericano, reduciendo a su máximo rival, y porque lo logró sin varias de sus piezas clave. Lo ofrecido por la Albiceleste en el campo maquilló ausencias de la talla de Lautaro Martínez, Paulo Dybala, Giovanni Lo Celso o el capitán Lionel Messi. La Scaloneta dominó de principio a fin y se impuso gracias a los goles de Julián Álvarez, Enzo Fernández, Alexis Mac Allister y Giuliano Simeone. Matheus Cunha descontó para la visita, luego de una falla del Cuti Romero.
La Pulga, de 37 años, no pudo viajar porque sufrió una lesión en el aductor izquierdo en su último partido con el Inter Miami. Y permaneció en Florida para su recuperación (se está entrenando diferenciado y se espera que vuelva a la acicón en los primeros días de abril). Sin embargo, siguió a la distancia lo ocurrido en Núñez. Y celebró la clasificación al Mundial 2026 (que se concretó con el empate entre Bolivia y Paraguay, antes de que el equipo saltara al campo) y el paso arrollador del combinado nacional, que acalló las provocaciones de Raphinha y otros futbolistas en la previa.
Messi subió a su cuenta de Instagram un breve video desde su hogar: tirado en la cama, enfocó la TV que mostraba el resultado y los festejos en Buenos Aires. Y adosó emojis de aplausos, a pura humildad, sin sacarle un centímetro de protagonismo a sus compañeros, con los que cosechó dos Copas Américas, una Copa del Mundo y una Finalissima.
