Jorge Bulacia Soler fue desvinculado la semana pasada. Trabajó desde el 2021.
El director Jorge Bulacia Soler fue desvinculado de la Orquesta Estable de la Provincia (OEP). Trabajó en el lugar desde agosto de 2021 hasta el lunes.
Al respecto, Bulacia Soler sostiene: “hay una situación que es clarísima de que sí hubo un conflicto, una cuestión personal del presidente, Humberto Salazar, en mi contra. A lo largo del año se suspendieron muchos conciertos. En junio fue el último que dirigí. Desde entonces no me permitieron dirigir más. Me cambiaban los conciertos, ponían directores invitados -que estaban en la programación, como la Gala Puccini, dirigida por el maestro Sbrocco, que se hizo en septiembre, y estaba programada en realidad para noviembre, entre otras movidas”.
“El conflicto se planteó cuando me puse al frente de la orquesta en el momento de los reclamos. La OEP está totalmente dejada de lado en el Ente, en realidad todos los cuerpos estables. Hay una precariedad absoluta porque no hay una gestión”, dijo.
Y continúo “ni siquiera permitieron que se llevara adelante una programación que yo había armado. Ante esa situación la orquesta me pide que yo me ponga al frente junto con ellos en una suerte de protesta, y es lo que hice. Después vino el desenlace que conocemos. Es claro que el presidente del Ente tiene la potestad como nueva gestión, de mantener los cargos o removerlos, porque eso indica la ley, pero en este caso lo hizo por una cuestión personal. No me permitieron ni siquiera despedirme de la orquesta, y de su parte hace meses que no me contesta mensajes ni llamadas, y no me recibía, por lo cual no hubo buenos términos”.
“Más allá de la cuestión personal, que a mí me afecta, y mucho, preocupa qué puede ofrecer la Provincia a quienes vengan a trabajar por la cultura si quien está a cargo del Ente deja gente en la calle de un día para el otro. A mí me llegó la noticia de manos de la jefa de Personal con el despido firmado, y me dijo: ‘a partir de ayer usted ya no es más empleado de acá’”, lamenta acerca de las formas.
“A pesar de todo mi balance es muy positivo -enfatiza-. Creo que la OEP ha sentido y ha demostrado un crecimiento musical en mi gestión. Yo me he sentido muy cómodo. La orquesta tiene un gran potencial y cuando las condiciones están dadas el resultado puede ser excelente. Es una orquesta que debería y podría apostar a la excelencia. Son procesos que llevan tiempo y hay que sostenerlos. En este caso, este año la OEP tocó sólo cuatro veces; de esa manera todo el trabajo que uno ha venido haciendo en los años anteriores se desmorona. Un instrumentista es como un jugador de fútbol; si no se entrena no puede jugar o va a jugar en condiciones regulares. En la orquesta pasa lo mismo, si no estamos practicando las condiciones musicales se nos van cayendo. En lo personal no me voy contento aunque no pensaba irme ya, pero sí me voy conforme con mi trabajo. Creo que ha dado muy buenos resultados, que he hecho un muy buen trabajo, más allá de que es extraño autorreferenciarse, pero creo que el público de estos años puede opinar al respecto”.