Tras muchos rumores y especulaciones, el suspenso llegó a su fin. Luego de la salida de Chula, el reality mostró quién es el jugador que entra en su lugar
Una nueva jugadora ingresó a la casa de Gran Hermano,luego de tanta expectativa y diversos rumores que circularon en las redes sociales. “Se llama Virginia, es de La Plata, es la nueva participante”, dijo Santiago del Moro al presentar a la hermanita que llevará aire fresco a la casa.
Así, con una blusa negra, un sacó brillante y un sombrero en mano, Virginia entró al estudio. Entre aplausos y gritos de la gente, la participante inmediatamente fue recibida por el conductor del programa.
“Hacés standup, te gusta hacer humor, te gusta hablar de sexo, sos picante y vas por todo”, comenzó diciéndole el conductor. Luego de responder una serie de preguntas de los panelistas, Virginia resaltó el juego de Furia y aseguró que revolucionará la casa con su humor y energía. Mientras tanto, el clima dentro de la casa era totalmente distinto. Lisandro, el nuevo líder, debía salvar a un jugador de la placa y subir a otro. Fue en ese entonces, que Santiago les pidió que corrieran a sus habitaciones para ver un regalo que les habían dejado, despejando la entrada para que el ingreso de Virginia fuera más sorpresivo.
Con su valija en mano, la humorista entró silenciosamente a la residencia, mientras se tapaba con su sombrero para generar mayor intriga. A los pocos segundos, algunos hermanitos se percataron y fueron a recibirla. La primera en saludarla fue Agostina –quien está en la búsqueda de un grupo que la ayude a consolidar una posición en la casa–, y luego Emmanuel –que está en una condición similar y se encuentra nominado–.
En medio de los saludos y las muestras de cariño, la jugadora entró al living y se sentó en medio del sillón. Allí afirmó que no se sentía nerviosa, pero sí con muchas ganas, ansiedad y expectativa. Luego, por pedido de Del Moro, le prestó su brillante saco a Emmanuel.
Ya un poco más relajada, la comediante llevó su valija al dormitorio, eligió una cama y empezó a desempacar sus cosas ante la mirada de los jóvenes. Fue en ese momento que reveló que tenía una sorpresa para sus ‘hermanitos’. Entre su ropa sacó numerosas vinchas de color blanco y naranja, causando la emoción y el agradecimiento de todos.
Acto seguido, el ser supremo la llamó al confesionario. Con algo de preocupación, Virginia fue hasta el cuarto. La participante sabía que no podía revelar información del exterior, puesto que podría ser sancionada por eso. “Quería saber si me había mandado una cagada”, comenzó diciendo la jugadora. Ante la negativa, la humorista siguió y contó sus sensaciones: “Estoy re contenta, los chicos me dieron un recibimiento hermoso. Estoy feliz, vamos a ver cómo sigue. No tenía miedo, sino intriga, me imaginé mil cosas. Me sorprendió cómo me recibieron, uno piensa tres millones de escenarios, o que no me iban a dar bola, pero estoy bárbara, contenta. Siento que Emmanuel me recibió mejor, estaba fascinado con mi atuendo. Sentí que Furia se quedó atrás, pero el resto me recibió muy bien. Tengo muchas ganas de jugar y de meterle a la casa buena onda, humor. Para mi el humor es todo, a mi me salvó de situaciones feas, es necesario, hasta reírse de las cosas malas. Siempre reír ayuda, es la idea. Pero hay que estar acá adentro y ver qué pasa”.