La ceremonia ancestral se realizará en la apacheta ubicada frente a la Casa de la Cultura Municipal.
El calendario andino indica que cada primero de agosto es el día para homenajear a la Madre Tierra. Por ese motivo, este viernes, a partir de las 9.30 de la mañana, tendrá lugar en el Parque 9 de Julio una verdadera fiesta en honor a la Pachamama, que incluirá ofrendas, sahumos y coplas para agradecer su sostén y abundancia e iniciar un nuevo ciclo en armonía.
La ceremoniante será la sacerdotisa andina Rosario de Jesús Rodríguez, -Amankay-, quien estará acompañada de sahumadoras, copleras y del profesor José Luis Cala, quien preparó junto a sus alumnos de la Escuela de Educación por el Arte un repertorio andino ejecutado con instrumentos musicales autóctonos que permitirá vivir la ceremonia de un modo especial.
“El año pasado vivimos un momento muy hermoso de conexión con la tierra gracias a la generosidad con la que nos abrieron las puertas en la Secretaría de Cultura, a cargo de Soledad Valenzuela; y en la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán, en cabeza de Emiliano Alonso, para poder compartir nuestras tradiciones y celebrar la diversidad cultural en la ciudad”, destacó Amankay, descendiente de pueblos originarios, iniciada en Perú y formada en la Escuela 4 Caminos de Alberto Villoldo en este camino que, recalca, aspira a restablecer el equilibrio entre nosotros y nuestro entorno.
“Para eso es necesario volver a nosotros mismos, amarnos, trabajar en el autocuidado. Si yo no reflexiono sobre mí mismo, si no me amo, si no me cuido es difícil que pueda hacerlo con otros, con la Tierra, con las plantas y los animales”, afirma Amankay, al tiempo que aconseja llegar hasta la boca que se abrirá en los alrededores de la apacheta del Parque 9 de Julio “con una actitud de gratitud y no de carencia”. “El Día de la Pachamama es un momento para dialogar con la Gran Madre Cósmica, podemos acercarle nuestras preocupaciones e inquietudes para que las transforme en tierra fértil, pues la tierra todo lo transforma, pero no debemos olvidarnos también de agradecerle por todo lo que nos ofrece”, apuntó.
En este sentido, la sacerdotisa andina apunta a “ponernos en la misma frecuencia de abundancia de la Tierra, a la que nada la falta y todo nos provee; así como la Pacha, cada uno de nosotros debemos generar las condiciones para que nuestra vida sea tierra fértil, para que tengamos la fuerza y las destrezas para producir nuestros propios frutos”.
Una ceremonia en pasos
Quienes deseen participar de la ceremonia deben llevar sus ofrendas, que pueden comenzar a preparar desde hoy en consonancia con sus intenciones. “Agua, flores, tabaco, frutas, vino, miel, canela, azúcar son algunas de las ofrendas que se hacen a la Pachamama”, enumera Amankay y señala que, en los distintos pueblos, las ceremonias tienen características especiales porque las ofrendas están ligadas a la producción de la tierra en cada región.
“Así como en Inti Raymi, el 21 de junio pasado, iniciamos el calendario andino con la fiesta más importante en honor al Sol; ahora tendremos la fiesta más importante en honor a la Tierra, en donde se celebra las cosechas. Según la cosmovisión andina, estas fiestas están vinculadas porque del Sol depende la fertilidad de la Tierra”, puntualizó.
“Tanto en una como en otra, así como es necesario preparar las ofrendas, también es indispensable preparar nuestro corazón para el nuevo ciclo que se inicia. Y para esto no hay recetas, ya que cada uno sabe qué es lo que tiene que sanar o dejar de lado para llegar al momento de la ofrenda libre de sentimientos o pensamientos que entorpezcan nuestro crecimiento personal y espiritual”,
En esta línea, la ceremonia iniciará mañana con la apertura del espacio sagrado, en donde se invocan a las fuerzas del orden natural. A continuación, las sahumadoras invitarán a los asistentes a sahumarse, esto es, en palabras de Amankay, “limpiar el campo aúrico para eliminar cualquier energía pesada que podríamos estar cargando”. El sahumado se realiza “con flores, hierbas y plumas” por personas especialmente preparadas para hacerlo. Luego, recién, se puede ofrendar en la boca abierta en la tierra.
Mientras tanto, se escucharán coplas y un repertorio andino en donde sonarán quenas, sikus, charangos, erkes, cajas, guitarras y bombos. “Mañana será un día muy especial. Yo soy de Jujuy, más precisamente de Uquía, y siento que este espacio nos permite traer un poco de nuestra tierra y de las tradiciones que hemos compartido en la niñez”, adelantó el profesor Cala, que enseña en la modalidad Artística del Ministerio de Educación de la Provincia y agradeció tanto a Amankay como a la Municipalidad “por fomentar la cultura y el encuentro”.
Todo esto sucederá en un alrededor de la apacheta, un espacio sagrado que constituye un vórtice en San Miguel de Tucumán. “Hasta aquí se trasladaron réplicas de menhires y se construyó la apacheta con el hermano Carlos Yapura. En ese momento tuve la oportunidad de participar a través de actividades ceremoniales para su constitución y actualmente se hacen ofrendas todos los años, cada vez con más personas que se suman con mucho amor, entendiendo que estamos en un momento especial de la humanidad”, repasó la sacerdotisa.
“Frente al avance de la tecnología y ante la desvalorización del hombre por el hombre mismo, es necesario recordar que somos hijos de la tierra, que somos polvo de estrellas”, apunta Amankay al ser consultada sobre cómo coexisten una ceremonia ancestral con el avance imparable de la IA. Y completa: “es importante hacer un alto, un paréntesis en el diario vivir. No nos damos tiempo para nutrir la tierra ni con una gota de agua; nos olvidamos de vivir con gratitud, estamos robotizados. Por eso el mensaje es este: hablen con la Madre”.
“El Día de la Pachamama es uno, pero tenemos otros 364 para caminar sobre ella, nutrirla con agua, arrojarle unas chispitas de azúcar, ofrendarle flores, agradecer sus ciclos, que son también los nuestros, porque no estamos fuera de la naturaleza, somos parte de ella. Si hacemos consciente esto, que a cada paso estamos en contacto con nuestra Madre que nos cuida y nos contiene, nuestra vida será diferente, nuestra existencia será mejor”.







