Alejandro Musacchio, neurocirujano habló sobre la intervención que le realizó a la “Locomotora” en el Hospital Cullen de Santa Fe
Alejandra “Locomotora” Oliveras fue internada de urgencia en el Hospital Cullen de Santa Fe, el lunes 14 de julio, tras sufrir un ACV y debió ser operada de urgencia 72 horas después. Alejandro Musacchio, el neurocirujano que la intervino en el sanatorio, habló con TN y reveló la causa del accidente cerebrovascular.
“Fue por una patología vascular no controlada. Tenía una estrechez en la carótida derecha con una placa de ateroma y calcio”, explicó el médico.
La exboxeadora tenía un problema en los vasos sanguíneos que no estaba controlado. En la carótida derecha, se le formó una una placa de grasa y calcio, lo que hizo que se achicara el flujo sanguíneo y dificultara la irrigación al cerebro.
“El daño es irreversible”: el duro diagnóstico tras la operación de Oliveras
El neurocirujano explicó que Oliveras se sometió a una “craniectomía descompresiva amplia”, un procedimiento necesario para aliviar la presión intracraneal.
Esta intervención buscó evitar que la hipertensión cerebral dañe otras áreas vitales del sistema nervioso, una medida crucial para intentar limitar el impacto del accidente cerebrovascular.
Musacchio también señaló que el daño causado por un infarto cerebral es “irreversible en todos los casos”
El médico Néstor Carrizo, jefe de la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Cullen de Santa Fe, hizo este miércoles una dura revelación sobre la salud de Alejandro “Locomotora” Oliveras, quien “va a quedar con secuelas neurológicas” en caso de reponerse del ACV isquémico sufrido hace nueve días.
Al brindar un nuevo parte médico, Carrizo informó que la paciente se mantiene estable en cuanto al control de la presión arterial y neurológica, pero con respuestas ”fluctuantes” por su lesión cerebral.
“Lo positivo es que se evitó el enclavamiento cerebral y la muerte encefálica. Esa fue la amenaza más grave en las primeras horas”, explicó el jefe de terapia intensiva del hospital.
Bruno Moroni, director del Hospital Cullen de Santa Fe explicó que la paciente permanece estable en cuanto a los controles de presión arterial, y que el seguimiento neurológico se realiza de forma continua, adaptando las medidas médicas según las respuestas que se van observando.
Sin embargo, aclaró que se trata de una situación fluctuante, sin grandes cambios en las últimas 72 horas. La paciente sigue bajo sedación, un aspecto que depende del líquido acumulado en el cerebro, cuya evolución puede demorar días o incluso semanas. “No es de un día para el otro. Hay que darle tiempo”, señaló.
Moroni advirtió que se trata de un cuadro clínico de extrema gravedad, con altos riesgos de que ocurra una complicación fatal. La exdeportista depende de asistencia respiratoria y, aunque aún no es posible determinar el nivel exacto de daño, los médicos prevén que quedará con secuelas neurológicas.
“Estamos en una etapa donde no podemos definir la secuela”, afirmó. También explicó que los partes médicos pueden parecer monótonos, pero reflejan la lentitud natural del proceso: no habrá cambios bruscos, y se necesita paciencia para evaluar la evolución. /TN







