Beatriz Sarlo, la ensayista que se destacó en el ámbito de la crítica literaria y cultural, falleció a los 82 años esta madrugada. Quien fue quizá la intelectual más destacada de Argentina en las cuatro últimas décadas, y un emblema de la independencia de opinión a través de años turbulentos, deja un rico legado en decenas de libros, una producción sin igual tanto de ensayos literarios, como en estudios y periodismo cultural y en el campo intelectual nacional.
Sarlo siguió viviendo en su departamento de Caballito en los últimos años, pero tuvo un ciclo de deterioro de la salud muy veloz, precipitado en los últimos meses. Además de la muerte de quien fue su compañero en las últimas décadas, el cineasta Rafael Filipelli, en marzo de 2023, cuentan sus allegados que a comienzos del mes pasado la partida de Juan José Sebreli, de quien no fue amiga personal, profundizó su desánimo.
Al no tener hijos ni familiares, quedó sola, a excepción de la compañía de tres amigos que se ocuparon de ella con dedicación, el crítico Adrián Gorelik, quien heredó de Sarlo la edición de la revista Punto de Vista en sus últimos años, la crítica Sylvia Saitta y Ada Solari, editora y viuda del crítico musical Federico Monjeau. Beatriz Sarlo preparaba la edición de un libro de memorias, que originalmente tenía fecha de publicación en marzo.
Hace unos diez días Sarlo fue internada en el Otamendi debido a un ACV masivo, que la dejó con problemas motrices. Si bien logró salir de la terapia intensiva, esta madrugada tuvo una descompensación y falleció.