Mientas los casos de infelicidad bajan en comparación al año anterior, el síndrome de burnout ha aumentado en el primer trimestre de 2024
La situación creciente de estrés crónico y agotamiento en la población argentina ha generado preocupación entre los expertos en salud mental y bienestar, quienes advierten sobre las posibles consecuencias de este deterioro emocional.
El Observatorio de Tendencias de Insight 21, hub de Conocimiento de Universidad Siglo 21, identificó un incremento en los niveles de estrés y una disminución en los niveles de felicidad en 2024.
Uno de los datos recopilados dice que 1 de cada 3 argentinos se siente tan cansado que no puede realizar otras actividades después del trabajo.
De que se trata el burnout
El síndrome de burnout hace referencia a la cronificación del estrés laboral, que resulta en una sensación de agotamiento generalizado.
Este síndrome se caracteriza por un estado de agotamiento emocional, despersonalización y una disminución del rendimiento personal y está estrechamente relacionado con factores laborales y socioeconómicos.
Mantener un entorno laboral saludable y equilibrado no solo ayuda a prevenir el burnout, sino que también promueve el bienestar, lo que a su vez puede mejorar la productividad y reducir los costos asociados con la salud y el ausentismo laboral.
Dos de los síntomas más comunes son la depresión y la ansiedad, que motivan la gran mayoría de las bajas laborales. Estas son las situaciones que pueden ser signos de alerta cuando se experimentan con frecuencia:
- Te sentís mentalmente agotado en el trabajo.
- Te cuesta sentirte entusiasmado con tu trabajo.
- Tenés problemas para concentrarte cuando trabajas.
- A veces reaccionás de forma exagerada en el trabajo sin querer.
Una manera de examinar los niveles de bienestar emocional de los argentinos es analizando los niveles de estrés crónico de la población. Para realizar dicha medición, en este estudio se utilizó el Maslach Burnout Inventory (MBI), un instrumento de uso mundial para evaluar estrés crónico y agotamiento emocional. El Observatorio de Tendencias encuesta anualmente más de mil casos con dicho cuestionario.
El análisis interanual de los datos obtenidos entre 2018 y 2024 demuestra un incremento significativo en el grado de estrés y agotamiento emocional en el último año: el 24% de la población afirma que la mayor parte de los días siente que no puede relajarse después del trabajo y que le cuesta cada vez más iniciar una nueva jornada laboral.
Las personas de entre 50 y 59 años son las que presentan niveles de burnout superiores a los demás grupos etarios, además de ser las menos felices. Cabe destacar que las personas afectadas por este síndrome presentan el doble de probabilidad de experimentar un trastorno mental más severo en el futuro, como por ejemplo, depresión.
Felicidad y bienestar, claves para una vida plena
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la felicidad y el bienestar son elementos esenciales para el desarrollo de una comunidad. Contar con cierto nivel de bienestar permite a las personas afrontar el estrés cotidiano, asumir nuevos desafíos, trabajar de forma productiva o desarrollar su talento. En los informes presentados por Insight 21, se observa de manera sistemática un deterioro en la calidad de vida de los argentinos cuyos niveles de burnout se encuentran entre los más altos de los últimos años.
Desde 2018, el Observatorio de Tendencias analiza periódicamente los niveles de felicidad y bienestar de la población argentina. En 2024, disminuyeron con respecto a 2023: la mitad de los argentinos -50.7%- se siente satisfecho con su vida y 7 de cada 10 argentinos -63,4%- están disconformes con su situación actual. Sin embargo, se observó que los jóvenes de entre 18 y 29 años son el único grupo etario que muestra un aumento en los niveles de felicidad.
El director del Observatorio de Tendencias Sociales de Universidad Siglo 21, Luis Morera, afirmó que “al tratarse de una cuestión multicausal, el aumento del estrés y la disminución de los niveles de felicidad se atribuye a una combinación de variables sociales, económicas y personales, como el capital social o la cohesión social. Es por ello que su abordaje también tiene que ser holístico, para así integrar todas las dimensiones que atraviesan el bienestar de la población”.
Mantener la atención y saber enfocarse
“El bienestar emocional es crucial para el desarrollo de la población y, por ende, debe ser considerada una de las prioridades tanto en las políticas públicas como corporativas. Desde una perspectiva económica, el burnout y la baja felicidad no sólo afecta la calidad de vida de las personas y la cohesión social, sino que también repercute en la productividad. Por eso esta problemática requiere de una atención sostenida por parte de todo un ecosistema que integre sector público, privado, tercer sector y academia”, sostuvo el Secretario General de Academia y Desarrollo de Universidad Siglo 21, Leonardo Medrano.
Los resultados de estos estudios, que serán actualizados a fines de 2024, demuestran un deterioro sistemático en la calidad de vida de los argentinos con un incremento en los niveles de burnout y disminución en los niveles de satisfacción y felicidad.
Este tipo de investigaciones son un termómetro para conocer cómo afectan las coyunturas sociales, políticas y económicas a la población, además de una herramienta fundamental para la toma de decisiones para el progreso y desarrollo de las comunidades. /TN